Este maldito verano nos tiene frito. Rumanía se propone casi por casualidad, alguien nos comenta que podríamos coger un vuelo de mil horas para cruzar el Atlántico. La idea no nos seduce en ningún momento, estar en un supositorio a 10mil metros del suelo sin poder ver el paisaje, que nos recuerda que estamos haciendo un viaje, nos miramos y decimos: no, mejor 4 días por carretera en una cafetera, arrastrando una caja vieja de madera con dos ruedas. ¿qué mejor plan? Mejor, siempre se puede mejorar.
MANRESA – LECCO, ITALIA
¡Zas! Ola ligera de calor, 48 grados a la sombra. Hasta en los lagos de alta montaña te puedes bañar sin problemas.
Este verano promete, pero por entonces no sabes bien que promesas se cumplirán. Descansamos en un camping en Lecco y ahora sí, empezamos el viaje a Rumanía.


LECCO – DROBETA-TURNU SEVERIN


Pasas por toda la autopista Italiana, cruzas por Eslovenia y pasamos por el norte de Croacia. Llegamos a la frontera de Serbia y nos metemos por una carreterucha comarcal a buscar una frontera con Rumanía. Poco antes de la frontera al lado del Danuvio nos instalamos a dormir. Amanece que no es poco.
Después de desayunar Alberto sale de la caravana a contemplar las vistas donde nos paramos a dormir y… ¡mierda falta algo en el techo de la caravana!. ¿¿¿??? La placa solar. De los baches ha salido volando, mira hacia el coche y ¿¿¿??? la puñetera rueda está pinchada. Pero que narices pasa aquí.
Inflamos la rueda y nos vamos a la frontera. Cruzamos por Drobeta-Turnu Severin. Vamos a un «vulcanizer», un taller de ruedas, que hay cada dos metros. Mientras nos arreglan el pinchazo de la rueda, hacemos la primera visita de muchas, a unos grandes almacenes de reformas a buscar una placa.
Nos es imposible encontrar en todos los rincones que visitamos, una tienda que nos ayude arreglar el desperfecto. Vamos a buscar el coche, el arreglo nos cuesta 2.50€ al cambio, pero como no hemos cambiado aún a Leus, le damos 10 euros, evidentemente se queda con el billete entero, no sabe nada el amigo. Dice que no tiene cambio. Bueno le sonsacamos algo de información. Aquí ya sabemos todos, de que píe cojeamos. Tú no me das cambio yo te frío a preguntas.
DROBETA-TURNU SEVERIN – BAILE HERCULANE
Seguimos la ruta hasta el primer destino. Baile Herculane. ¿cómo describirlo? Pase que te da una impresión que nada tiene que ver con lo que visitamos a posteriori. Ciudad pequeña enclavada en un angosto valle con muchísimas vegetación y grandes paredes para escalar de roca caliza. Es un destino de aguas termales, suponemos que se congregan los rumanos, desde mucho tiempo atrás.
Sea como sea es una ciudad que huele a alcanfor.
En ella se pueden ver los vestigios arquitectónicos de distintas épocas. Sea como sea, es una ciudad que tiene mucha historia, ahí radica su interés.
Nos instalamos en un camping, hay dos más arriba de la ciudad. Del primero que encontréis huid. Aparcar en el segundo; merece la pena, sino os acercáis mucho a los lavabos. Nos encontramos ya con la verdadera hospitalidad rumana.
Enseguida nos visitan y empiezan hablarnos en castellano. Muchos han estado en España y no pierden la oportunidad para practicar el idioma. Y sí, a partir de aquí todo lo que digamos de la amabilidad, simpatía y hospitalidad nos quedaremos cortos.
La ciudad está llena de edificios y hoteles medio derruidos, conviven con otros que aún estando en uso, parece que se vayan a derrumbar. La economía de este lugar se basa en los baños termales que vienen a darse muchos rumanos. En unas pozas cercanas al primer camping, se embuten decenas de personas y se apiñan muchos coches y furgonetas al borde de la carretera, para pasar así unos días. La salubridad deja bastante que desear.
Pero hay una sorpresa escondida en un rincón de esta ciudad. Una sorpresa que para los amantes de los libros les resultará entre incrédula y romántica. Una librería. Pero una librería excepcional. Lo primero que se te viene a la mente es: ¿cómo sobreviven aquí? Buscarla y alucinaréis.
A la mañana siguiente siguiendo las instrucciones del libro de reseñas de escalada nos disponemos a buscar un sector. El libro para entenderlo hacen falta muchas ganas. Así que como es obvio, después de caminar más de una hora encontramos una pared con 4 paraboles. No merece la pena escalar aquí. Descendemos por un sendero que conduce al medio de un campamento gitano, alucinamos como viven estas gentes. Vuelta al pueblo preguntamos a unos que parecen montañeros y nos dicen que tengamos cuidado con las serpientes, que este año hay muchas y que en esta zona especialmente son jodidas. Se acabo el escalar antes de empezar.
BAILE HERCULANE – RUNCU
Precioso sector de escalada enclavado en un pequeño desfiladero por donde corre un río de agua fresca dónde te puedes dar un baño.
Aquí nos vuelven a recordar que hay muchas serpientes en la zona y que vigilemos, pero que nos son venenosas, menos mal!!!
La verdad que la gente de este país es muy hospitalaria y siempre que nos ven, nos preguntan si necesitamos algo y nos dan información de todo lo que pueden. Son gente extraordinaria.
Pasamos un día estupendo, ahora toca descansar.
RUNCU – PETROSANI
La ciudad de Runcu que se vio totalmente abocada a la ruina después de que cerraran las minas. Interés turístico según el de la oficina de turismo ninguno. Interés según nuestro parecer mucho. Podemos observar el peso soviético de la urbe con sus edificios de hormigón feo de narices, sus grandes edificios mineros en semi abandono, sus calles dejadas…después de la visita, nos dirigimos a las pistas de esquí que hay cerca para al día siguiente hacer alguna excursión.
Después de dejar atrás la ciudad en pocos kilómetros, nos encontramos con la naturaleza. Vamos subiendo por las pistas de esquí hasta que entendemos, y nos cuesta entender, que la caravana no pasa por allí.
PETROSANI
Subimos al Parangu Mare. La montaña en Rumanía es preciosa, apta para toda la familia. Después de la excursión, deshacemos el camino de subida, unos alemanes que nos ven con la caravana por esos caminos nos felicitan, o eso creemos, a lo mejor pensaron dónde van estos pobres diablos, y nos dirigimos a Retezat. En Urcani en la oficina de turismo nos regalan mapas y folletos de la zona. A destacar los lagos del Parque Nacional. Es una buena caminata pero merece la pena.
Durante todo el viaje en cada población que paramos buscamos una tienda donde comprar una placa solar, pero no hay suerte.
PETROSANI – CASTILLO DE HUNYAD
Vamos de camino al Castillo de Hunyad. Durante el trayecto nos encontramos, con este tipo de construcciones muy características de la zona, los llamados palacios de los gitanos. Hay centenares, todos ellos distintos y espectaculares.
Luego hacemos la visita oportuna al castillo, que está en la región de Transilvania, está muy bien conservado y es una buena visita, además no hay demasiada gente, eso lo hace todavía más interesante.
La gente de la zona está muy contenta, pues dicen que está mejor conservado que el famoso castillo del conde Drácula.
Nosotros sin saberlo, nos quedaríamos sin poder comparárlo.
CASTILLO DE HUNYAD – SARMIZEGETUSA REGIA



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Y como no visitamos Sarmizegetusa Regia una antigua ciudad dacia. La visita merece la pena, es interesante, pero no por las cuatro piedras allí tiradas, sino por el paisaje y el bosque en las que se encuentra. Si pasáis a última hora respiraréis tranquilidad. El paseo a través de los bosques lo podemos definir como íntimo.
La verdad es que llegamos bastante tarde para visitarlo con calma, pero a cambio ganamos una visita para nosotros sólos. Bajamos hasta un claro en la carretera y aparcamos para descansar para el siguiente día.
SARMIZEGETUSA REGIA – ALBA IULIA
Al siguiente día la meteorología no pinta bien. Algo de lluvia. En Șibot encontramos un camping donde nos instalamos, hacemos un poco de ejercicio específico de escalada, nos bañamos y por la tarde nos vamos a Albahttps://es.wikipedia.org/wiki/Alba_Iulia Iulia.
Hay mucho tráfico en la entrada y vamos directos al centro de la ciudad, que no es otra cosa que una fortaleza bien conservada y preparada para el turismo. Sigue sorprendiéndonos lo bien cuidado que esta todo. Un poco de turismo local.
ALBA IULIA – CHEILE TURZII
Seguimos sin escalar y ya hay ganas, pero nuestras ganas de hacer kms, nos conducen hasta las salinas de Turda. Son unas minas de sal convertidas muy inteligentemente en atracción turística a tener en cuenta, ya que dentro de la misma hay desde una noria o un paseo por barca a 120 metros bajo tierra. Las mina de sal de Turda, para la gente local es un centro con piscina, spa, masajes, etc.
Y ahora sí hacia Cheile Turzii para escalar y hacer algo de monte, y tranquilidad. Se llega por una larga pista sin asfaltar que atraviesa varias pequeñas localidades y aprovechamos para comprar en un pequeño colmado. La gente es increíble y nos sorprenden con su carácter amable a cada paso. Al final de la carretera se puede ver el cañón que recoge las paredes de escalada, en algunos casos de más de 200 metros, y que será nuestra misión de mañana.
Pensábamos que sería más solitario pero el lugar está bien preparado para recibir turistas. Incluso han abierto un camping que por 15 euros la noche te ofrecen todos los servicios. Es una preciosidad y el dueño un tío majísimo. Lo acaba de acondicionar y estrenar esta temporada con lo que está exultante de ver su negocio en marcha. Tan contento está, que nos ofrece Palinka. No hay quien de un sorbo a aquello.

CHEILE TURZII
Hoy por fin vamos a escalar. La motivación está por los suelos. Cuesta arrancar después de algunos días sin practicarla. Para entrar a la zona, hay que pagar 4 leus por persona, 1 eurillo. Elegimos un par de sectores de deportiva. Luego nos vamos a comer y por la tarde Alberto, que no sabe estar quieto, se va solo hacer una ferrata. Es interesante, ya que subes al punto más alto del cañón y puedes ver todas las vistas de la región. Los niños disfrutan de amigos nuevos que encuentran en el camping.
CHEILE TURZII – VADO CRIșULUI
Hemos visto que dirección dónde vamos hay una ferrata «Casa Zmeului» para hacer. Así que sin más, buscamos información. El acceso a ella hay que pasar junto a las vías del tren. Parece que por allí no pase ninguno, pero en cambio cada 30 min, pasa uno. Es curioso hacer este deporte cerca del tren, la hace diferente y emocionante, aunque la verdad no es una ferrata con mucha dificultad, así que se hace disfrutona y por fin hacemos algo de ejercicio que con tanta visita cultural, los músculos se nos están atrofiando.
VADO CRIșULUI – BAIA MARE
Amanecimos con estas vecinas, cerca de aquí hay un sector super interesante de escalada. Subimos un puerto y al final de éste aparcamos en un descampado.
Un desastre más de una hora buscando el sector y nada. Por fin una excursionista nos ve derrotados y nos indica que estamos bastante lejos. Bajón. La verdad que el libro de reseñas es difícil de entender. Nos damos por vencidos y nos acercamos a la oficina de turismo.
La chica majísima nos rehace el viaje y nos dice que sitios tenemos que visitar sí o sí, ya viendo que no nos gustan mucho las aglomeraciones y más bien la naturaleza, nos dice que a Brasov sí o sí. Con ganas nos ponemos en marcha hacia el norte. La idea es llegar a Borşa.
Visitamos una exposición con unas construcciones, donde te informaban de cómo vivían allí tiempo atrás, la verdad que el lugar era grandísimo y otra vez, fuera de todo lo turístico estábamos totalmente solos, nos sorprendió y dejamos que nuestra imaginación volara por aquél lugar, que sin saberlo seria lo último que visitáramos en este increíble país. De gente muy acogedora, un país lleno de contrastes, donde nos sentimos como en casa.




Así que cogemos una carretera muy comarcal que atraviesa cientos de pequeñas comunidades. La carretera está que da pena y la caravana por momentos parece que vaya a salir volando. Vamos parando para fotografiar y ver alguna de las cientos de construcciones religiosas. Seguimos camino y… Ruidaco en el motor y éste se para… a partir de aquí todo son malas noticias.
Estuvimos 3 horas para que nos vinieran a remolcar, pero gracias a la gente del país, una vez más, nos ayudaron para salir de la carretera y dejarnos en un descampado, al lado de un bar, menos mal.
Con el seguro de aquí, nos pusieron noche de hotel, y al día siguiente tuvimos que ir a ver al mecánico, que intentó hacernos el arreglo, pero que después de comprobar la avería, confirmó lo que no quieres que te digan cuando estás teniendo unos tan buenos días, el motor se había roto por culpa de la correa de distribución, coche recién comprado en un concesionario oficial, de segunda mano pero con todas las garantías, pero eso es otra película que ya contaremos.
Como estuvimos tres días, por la zona, y con hotel pagado, visitamos la ciudad, nos hicimos amigo del mecánico, que hasta comimos con su mujer y sus amigos. Siempre hay partes buenas de todo.


Nos pusieron un taxi para ir a Bucarest, que por supuesto, el conductor no tenía desperdicio, era un fenómeno. Avión y para casa… Nos vamos con una sensación de haber estado en un país que su gente lo hace muy grande.

Hola! Gracias por enlazar nuestro post sobre la Salina Turda 🙂 Veo que hicisteis un viaje por Rumanía muy diferente al nuestro jeje. Menuda aventura! Saludos!
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Hola boniro viaje con la caravana podeis compartir vuestras azañas con la caravana en mi grupo SITIO PARA PERNOCTAR CON CARAVANA EN FACEBOOK gracias
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