Septiembre del 2014, antes de empezar el colegio queríamos cerrar las vacaciones estivales con una ascensión al techo de los Pirineos, el Aneto. Ascenderíamos por el collado de Coronas a sugerencia de un amigo. El famoso paso de Mahoma a través de los vídeos de Youtube con esos objetivos de «ojo de pez» parece terrorífico. Llevaremos cuerda y arneses, así como varios mosquetones y cintas para asegurar el paso.

Nos vamos dirección Benasque. Antes de la ascensión aprovechamos para ir al sector de escalada cercano al pueblo de Sacs, podéis encontrar las reseñas de este sector en el libro:


Para dormir escogimos una zona de acampada justo donde empieza la pista que sube hasta el refugio de Pescadores, así que después de recoger nos vamos para allí. Es de pago, pero decidimos que para comenzar mañana la ascensión desde aquí será mejor.
A la mañana siguiente aprovechamos para preparar todo. Comida, material, botiquín… y a esperar a un amigo que sube desde Barcelona para compartir la excursión con nosotros.
A las 15.15 salía el autobús que te sube, previo pago de 16 euros por persona, hasta el refugio Pescadores.
Otra opción es subir andando por la pista y alargar la jornada otras 3 horas más.
Aquí os dejamos el enlace de la información del autbobús. VER




A las 16h, empezamos a caminar. Nos separan unos 800 m de desnivel hasta los ibones. Calculamos llegar alrededor de las 20h. En el desvío indican 3 horas de camino. A la hora de empezar la ruta ya se muestra dura. Todo subida con muy poco descanso y mucha piedra suelta. Rápidamente dejamos el bosque y el paisaje se transforma piedra. Bordeamos el río, llegamos al ibonet y ahora sí, prácticamente toda la excursión transcurre por terrenos yermos y pedregosos hasta los ibones de Coronas.





A las 5 a.m suena el despertador. Hemos dormido poco y mal. Africa ha tenido una noche inquieta, al parecer la altura le ha afectado y no ha pegado ojo. Nasser, Alberto y nuestro amigo fueron para arriba y ellas dos quedaron en la tienda.
Hay que atravesar un pequeño promontorio entre el ibón medio y el alto que nos sitúa, a los 2.757 m de altitud, acto seguido empezamos a subir por la enorme tartera que sube directa hasta el collado de Coronas. Disfrutamos de la salida del sol.




A travesamos tres pequeños neveros y poco a poco llegamos al collado de Coronas (3.198m). La subida hasta aquí es pesada debido a la descompuesta piedra y por fin salimos a la ruta que sube de la Renclusa por el glaciar.
Una vez superado el collado nos encontramos con el muro del glaciar. Aquí cometimos un error que nos dejó en el nevero durante una hora parados, una recomendación obvia pero necesaria: cualquier pequeño error o descuido nos puede conducir a padecer un accidente, o en el mejor de los casos, a sufrir algún contratiempo. En este caso un despiste nos obligó a practicar un par de rápels hasta volver a situarnos en el terreno adecuado.




A las 11.30h iniciamos el descenso, nos ocuparía hasta las cinco de la tarde, para poder llegar antes de la última salida del autobús. Pasamos por los ibones donde habíamos dormido para recoger alguna mochila, la tienda y los bastones. Más tarde nos reencontramos con Maya y Africa, que ellas habían hecho su descenso tranquilamente, comiendo en unos de los ibones que hay más abajo. Y aunque en algunos momentos la bajada fue bastante dura, llegamos a tiempo para descansar y esperar el transporte. A las 18:45 llegamos a la furgoneta reventados los adultos y los pequeños se pusieron a jugar ya que por lo visto la excursión no había sido suficiente (África con sus 900 m de desnivel y Nasser con sus 1400m).
Y una vez en el glaciar y con todo bien colocado en su sitio en 30 minutos y por fin, llegamos al paso de Mahoma, antecima del pico del Aneto.
Nos preparamos los arneses, la cuerda y un par de seguros para pasar, pero… ciertamente ni el paso es tan dificultoso ni la impresión de vértigo tan radical como algunos apuntan, sinceramente, con un poco de atención es una pequeña trepada sin más.
Tranquila y disfrutona.
Y por fin a las 10:45 aprox .llegamos al pico Aneto, techo de los Pirineos, con un día excepcional y unas vistas privilegiadas. Nasser con sus 7 años no podía estar más contento.



Al día siguiente despertamos en el sector de escalada de Sacs nuevamente, y como todavía quedaban algunas fuerzas, fuimos a escalar con unos nuevos amigos del País Vasco para acabar los últimos ratos.



Y así sin más se nos pasó el jueves de fiesta entre un agradable regusto de una ascensión bonita y dura y una escalada entre risas y grandes descubrimientos personales.
Enhorabuena!!! Pocos niños podrán contar haber hecho esta cima con 7 años… Un saludo
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